Senador Huenchumilla: Adultos mayores mapuches viven su vejez con el amor y afecto de sus familias
Por Gonzalo Cruzat Bizama.- El Servicio Nacional del Adulto Mayor ( SENAMA) ha impulsado estudios sobre el envejecimiento en los pueblos indígenas, de manera de saber cómo se da este proceso en los pueblos originarios, con el objetivo de generar conocimiento sobre las diversas formas de envejecer que existen en el país.
Los estudios realizados se centran en conocer el rol social que cumplen los adultos mayores, principalmente en el pueblo mapuche y que tienen que ver con sus sistemas de organización de las comunidades. Esto ha ido cambiando con el correr del tiempo, lo que ha pasado de un rol de autoridad activa, propio de una situación privilegiada, a uno más pasivo. En ese sentido, los estudios a nivel latinoamericano, reflejan un cambio de status de los mayores frente al espacio social.
Antiguamente, los mayores eran considerados líderes, consejeros, y gozaban de amplia obediencia. Pero eso ha cambiado y los adultos mayores del pueblo mapuche han asumido nuevos roles, en lo doméstico y familiar. El adulto mayor ha pasado a ser el jefe de la familia y el que, con la pensión solidaria, que le da el Estado, ayuda a mantener la economía doméstica, aportando –pese a lo reducida que es la pensión- al sostén básico de la familia. Aunque los hijos buscan expectativas mejores, los adultos mayores siguen acompañados de sus nietos y no son abandonados por sus hijos.
También los pueblos originarios tienen derecho a su propia medicina tradicional (que en una parte importante de los habitantes de Chile, hacen uso de ella).
CULTURA DE AMOR DIFERENTE
Para el senador Francisco Huenchumilla, estudioso y conocedor de las costumbres e idiosincracia del pueblo mapuche y ser un gran defensor de la misma, tanto como ex autoridad de la Región de la Araucanía, en su labor como ex Ministro de Estado, y como representante de esa región, tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado, destacó la cultura diferente del pueblo mapuche, respecto a la que tiene la población chilena.
El parlamentario resaltó que en el pueblo mapuche “hay un amor familiar diferente. Los adultos mayores no quedan solos; están en la casa, los cuidan los hijos y los nietos, por lo que siempre están rodeados de afectos”.
Aseguró que “nunca un adulto mayor se deja abandonado en un asilo, sino que es la familia la que lo recoge, porque hay una vida comunitaria y el adulto mayor es el centro de la familia”.
Sostuvo que en una comunidad se ve como todos los viejitos son atendidos por sus hijos y por sus nietos, tomando mate, comiendo huevos y tortillas, por lo que viven con mucho cariño.
Además, puso de relieve el mundo en que vive el pueblo mapuche,” junto a la naturaleza, en el campo, rodeado de árboles , de los pájaros, del agua, en un entorno no contaminado, donde no tiene que correr detrás de las micros; no están endeudados, no tienen tarjetas de crédito para comprar lo que se les ocurra, no viven del consumo, sino que viven con una pobreza digna y con una pobreza llevada con amor y con cariño se llega a la vejez de mejor manera, porque el ser humano lo que busca es el afecto y la compañía de su gente”.
La población de adultos mayores del pueblo mapuche la estima en un 12%, semejante a la que tiene el país. Considera que los mapuches mayores viven más años, porque muchos de ellos pasan los 100 años y podría aún ser mayor, si no fuera por la costumbre en la alimentación de comer mucha grasa, que sin duda afecta al organismo. “En verdad, son buenos para la manteca”, aseguró.