Adultos mayores rechazan maltrato en el transporte y abogan por un buen vivir
El maltrato en el transporte público de la región de Valparaíso y la necesidad de contar con un lenguaje que sea más inclusivo, integrador y no discriminador, plantearon más de 150 adultos mayores que se reunieron en el Parque Cultural de la ciudad, conocido como la ex Cárcel.
Hasta allí llegaron en masa los adultos mayores de la región de Valparaíso, procedentes de distintas comunas, como Papudo, La Calera, Quilpué, Villa Alemana, y otras más cercanas, con el fin de analizar las circunstancias y las condiciones para un buen vivir, de modo tal de que estas prácticas se hagan realidad diariamente en sus vidas.
El evento fue organizado por una serie de instituciones encabezadas por Gerópolis, el organismo de la Universidad de Valparaíso, que se dedica a estudiar y promover la realidad de los adultos mayores en la región, además de los Cesfam Cordillera, Placeres y Mena, y organizaciones de Adultos Mayores, junto a la presencia y participación de Carolina Rohten, coordinadora regional del Servicio Nacional del Adulto Mayor (SENAMA).
Dicha personera definió a la jornada como “muy enriquecedora”, ya que los adultos mayores pudieron hacer presente “una situación tan sentida para ellos, como es la que se da en el transporte público y el trato que se genera hacia ellos”.
El evento contó con la representación de una obra de teatro, “El viaje”, elaborada por un grupo de actores y artistas de La Calera, agrupados en torno a la compañía Vitalité, los cuales vienen desarrollando esta temática desde hace algún tiempo. Posteriormente, los adultos mayores trabajaron en comisiones para abordar lo que es la situación del lenguaje inclusivo propio de su condición, evitando expresiones que pueden ser lesivas para ellos, básicamente por problemas de edadismo (discriminación solo por la edad) y otros que generan su marginación.
EVITAR CIERTAS EXPRESIONES
La coordinadora regional del Senama también enfatizó en la necesidad actual de evitar expresiones que rebajen la calidad de los adultos mayores, como por ejemplo “ya vivieron lo suficiente” o es “hora de darle el paso a los jóvenes”; el uso común y despectivo de “abuelo”, sólo por ser la persona de mayor edad, o el apelativo de “teclitas”.
Todas ellas son palabras o conceptos que desmerecen al segmento etáreo mayor, porque se disminuye a sus integrantes o se los discrimina, cuando en verdad lo que corresponde es que en el transporte, por ejemolo, les sean cedidos los asientos; y que en general, se los llame por su nombre y se los incorpore a las decisiones del grupo familiar, en virtud de su conocimiento o sabiduría.
Por su parte, Javiera Basaez, de vinculación con el medio de Gerópolis, señaló estar muy contenta por el nivel de convocatoria de la jornada, logrado por la Mesa Intersectorial de instituciones vinculadas al Adulto Mayor, así como por el hecho de haber tenido una visión común y de haber llevado a la discusión el maltrato que sufren las personas mayores en el transporte público y privado de la ciudad, así como el reflejo que de esto se hace en los medios de comunicación.
“El tema del transporte público es un tema urgente, prioritario; para que podamos tomar medidas y acciones, porque de lo que hemos sido testigos, es que estamos viendo que personas mayores están tomando la decisión de no salir, de no participar, para no enfrentarse a que no le pare la micro o el colectivo o que el chofer sea un maltratador tirándole las monedas o arrancando la micro rápidamente”, dijo Javiera Basáez.
En el plenario, los adultos mayores reiteraron que uno de sus principales problemas consiste en la discriminación que muchas veces sufren al subir al transporte público, ya que los choferes en ocasiones no se comportan de una buena forma y no atienden las necesidades de transporte de los adultos mayores, ofendiéndolos de palabra, exigiéndoles la exhibición del carnet, o, con acciones como lanzar violentamente sus monedas al interior del monedero del vehículo.
Varios de ellos expresaron haber sufrido personalmente estos malos tratos, debido quizás al menor pasaje que pagan por ser de la tercera o cuarta edad y quizás por la demora que tienen los conductores en recibir el bono que compensa tal pasaje.
Luis Videla, vecino del cerro Los Placeres, señaló que gracias a la reunión pudo ver que éste no es un problema sólo de su sector con la locomoción y los choferes, sino que es de todo Valparaíso. “Reuniones como ésta, que son enriquecedoras, me hacen pensar en un futuro mejor de aquí a un par de años. Lo más relevante es la unión que estamos logrando en encuentros como éste”, agregó.
No obstante, hubo otros asistentes que dijeron que así como ellos hacen valer sus derechos, también hay que considerar que como adultos mayores también tienen deberes y que éstos consisten en fomentar un buen trato con los choferes y tener, en lo posible, una buena relación con ellos.
DISCRIMINACION COTIDIANA
En cuanto al lenguaje, los adultos mayores expresaron, tanto en los 8 grupos de trabajo, como en la puesta en común, que el uso de un lenguaje despectivo hacia ellos se da a nivel cotidiano entre las personas, pero también a través de los medios de comunicación, que tienden a reproducir semejantes prácticas. Para hacer conciencia de este tema, los adultos mayores elaboraron una serie de portadas de diario con las expresiones correctas, las que posteriormente fueron compartidas
Según señaló Luisa Reyes, una de las participantes, el término que se promueve y que se quiere instalar es el de “persona mayor” y no exclusivamente el de adulto mayor, en el sentido de que haya un respeto y una consideración a la experiencia, a las capacidades y a la sabiduría que estas personas tienen. “Mientras más sepamos de lo que nos atañe a las personas mayores, mejor. Vamos a poder así cumplir con nuestros derechos, pero también con nuestros deberes. Hablemos de personas mayores, que es el término validado en toda Iberoamérica. La idea es que podamos unificar el lenguaje”, dijo
Por su parte Inés Loyola, de Valparaíso, sostuvo que las nuevas concepciones acerca de los adultos mayores no son sólo para éstos, sino que debe haber una preocupación transversal e intergeneracional, que asuma tanto entre los jóvenes, los adultos y los adultos de la tercera y cuarta edad, esta modalidad de consideración, trato y relación. “Estas jornadas deben servir de eco, como una réplica, no sólo entre los adultos mayores, sino que en las comunidades, en los centros de madre, en los Cesfam, en todas partes. Hay que sensibilizar a la población”, dijo.
MERVAL, PUCV Y MUNICIPIO
Al encuentro asistieron también representantes de Metro de Valparaíso, de la Escuela de Periodismo de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y el concejal porteño, Vladimir Valenzuela, quien abogó por ejercer un mayor control del transporte público, con el fin de evitar que ocurran malos tratos, pues si bien se trata de un negocio privado que produce recursos para sus dueños, es también un servicio público, en beneficio de toda la ciudadanía.
La representante de Merval, Vanessa Rosso, en tanto, hizo presente la serie de facilidades que se están dando a los adultos mayores a través de condiciones especiales que se ofrecen en los trenes, el uso de tarjetas con beneficios y el cuidado que se está teniendo cada vez más en las distintas estaciones. A su vez, el profesor de la Escuela de Periodismo de la PUCV, Fernando Rivas, señaló que su unidad académica está preparando a los estudiantes para que efectivamente desempeñen un buen rol en el uso del lenguaje y en la comunicación, con sus semejantes mediante una preparación especial sobre los mundos de los adultos mayores, habida cuenta de su cada vez mayor protagonismo, dados los cambios demográficos que está teniendo el país.
La jornada terminó con un llamado a la participación y a la solidaridad de todos los asistentes y con la convocatoria a una eventual marcha este próximo domingo, al mediodía, por las calles céntricas de Valparaíso, desde plaza Sotomayor, con el fin de hacer presente ante la ciudadanía la situación y las reivindicaciones de los adultos mayores.