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¿Viajar o no viajar en vacaciones?

Estamos en época de vacaciones y una decisión habitual que corresponde tomar en esta época respecto de nuestros familiares con problemas de memoria o sencillamente discapacitados en este sentido, es si podrán viajar con nosotros de vacaciones o si es bueno para ellos realizar un viaje ya sea largo o corto, dadas las condiciones en que se encuentran.
El punto ha sido analizado por los especialistas, quienes, en general, se abstienen ante esta posibilidad, debido a la sensación de inseguridad que suele dominar a los pacientes que cambian su lugar habitual de descanso o reposo.
En su guía para familiares y cuidadores Andrea Slachevsky, Patricio Fuentes, Lorena Javet y Patricia Alegría entregan una serie de sugerencias ante esta posibilidad, luego de hacer también algunas consideraciones acerca de la misma y que aquí transcribimos a continuación para ustedes.

-En la medida que la demencia progresa, los desplazamientos y viajes con su paciente serán cada vez más difíciles y su paciente cooperará menos. Antes que nada, es importante que considere que él preferirá, en general, estar en un lugar conocido. Si bien las vacaciones son distractivas y entretenidas para las personas sanas, para los pacientes con trastornos importantes de memoria y orientación podrían no serlo. Ellos suelen sentirse inseguros al encontrarse en lugares nuevos e incluso se pueden agitar por la desorientación.

Además, debe considerarse que probablemente olvidarán en forma rápida lo sucedido en las vacaciones. Por lo tanto, no se sienta obligado a llevar a su paciente de vacaciones. Si decide hacerlo es porque usted y su familia lo quieren y necesitan y no porque su paciente lo requiere.

Por lo tanto, elija el destino en función de sus propios deseos y considere seriamente la posibilidad de que su paciente se quede en la casa con algún otro cuidador. Probablemente, esto será mejor para todos.

Si finalmente sale de viaje con su paciente, tome en cuenta los siguientes consejos:
1.- Si tiene algunas dudas acerca de cómo su paciente reaccionará a un viaje largo, realice primero algún desplazamiento corto con él. Esto le permitirá observar su conducta y decidir si es aconsejable o no realizar un viaje más largo.
2.- Evite hablarle con demasiada antelación del viaje. Recuerde que él tiene problemas de memoria y probablemente olvidará que usted ya le habia mencionado el viaje. Además los pacientes con demencia tienen dificultades en apreciar el espacio del tiempo, de manera que si le cuenta que van a viajar en los próximos días, es posible que piense que le está
hablando del día de mañana y se intranquilice inútilmente. Al informar al paciente sobre el viaje, háblele con naturalidad y trate de no inquietarlo utilizando frases como: “Mañana saldremos de viaje. No te preocupes pues ya está todo listo”.
3.- Informe, cuando corresponda, que su paciente tiene demencia. Así podría beneficiarse de ciertas ayudas que le pueden facilitar el viaje: uso de sillas de ruedas, atención preferente al momento de abordar un medio de transporte colectivo, asiento al lado de la ventana para que se distraiga con el paisaje y se controlen los intentos de deambulación.
Puede confeccionar una tarjeta informando sobre el diagnóstico para mostrarla cuando sea necesario, así podría dar a conocer la enfermedad de su paciente, evitando herirlo al hacerlo en voz alta
4.- Vístalo con ropas y zapatos cómodos
5.- Lleve cosas que permitan distraerlo en caso necesario, como por ejemplo revistas, álbumes de fotos, colaciones, etc.6.- Lleve usted consigo los documentos y el dinero. Solo déle a su paciente una muy pequeña suma de dinero para que esté tranquilo.
7.- Tenga contemplado que eventualmente podría acortar el viaje y retornar a su casa por el bien del paciente.

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