Cómo las emociones manejan nuestras reacciones y nuestros comportamientos
Por Gonzalo Cruzat Bizama.- Un grupo pequeño de adultos mayores profesionales, desde hace un año, nos reunimos dos veces cada mes, como una forma positiva de convivencia y destinamos una parte de ellas a averiguar cuáles son las causas que nos cambian las condiciones de vida en la medida que avanza la edad, que pueden ser para bien o para mal. Una de esas causas son las emociones, lo que nos llevó a preguntarnos qué son las emociones. Las respuestas más simples que encontramos son varias: Se nos dice que las emociones son reacciones que todos experimentamos: Alegría, tristeza, miedo , ira, sorpresa y aversión .
Cada una de tales emociones nos produce distintas reacciones o comportamientos: La alegría nos puede llevar a la diversión a la euforia, a la gratificación, al estar contentos, a sentir la sensación de bienestar y de seguridad. La tristeza, a la pena, a la soledad y al pesimismo. El miedo, a la anticipación de una amenaza o peligro, lo que produce ansiedad, incertidumbre e inseguridad. La ira, nos produce rabia, enojo, resentimiento, furia e irritabilidad. La sorpresa, nos lleva al sobresalto, al asombro y al desconcierto. Es una reacción transitoria. La aversión, produce disgusto, asco y nos lleva a alejarnos del objeto que la ocasiona.
Las emociones producen expresiones faciales en los humanos, los que tenemos 42 músculos diferentes en la cara. Depende de cómo movamos esos músculos, es la forma como expresamos determinadas emociones. Hay sonrisas diferentes y grados de alegría distintos. Siempre el miedo es extremadamente expresivo en el rosto de las personas.
Según la definición de las emociones de Wikipedia, son reacciones psicofisiológicas que representan modos de adaptación a ciertos estímulos del individuo cuando percibe un objeto, persona, lugar suceso o recuerdo importante.
También se define como reacciones automáticas que nuestro cuerpo experimenta ante determinados estímulos. Sin embargo, todas ellas luego derivan en sentimientos más prolongados en el tiempo.
Se dice que el envejecer constituye a un conjunto de cambios emocionales que deben ser tomados en cuenta por parte del adulto mayor y de la familia, para lograr una efectiva adaptación a esta etapa de la vida. Los cambios emociones ocurren entre el final de la vida productiva (40-45 años) y la vejez (65-70 años).
EMOCIONES POSITIVAS Y CONFLICTIVAS
Estudios recientes en neurociencia muestran que las emociones positivas, aparte de hacernos más felices, ejercen una influencia en nuestra biología, generando hormonas y neuropéptidos que tienen relación con la felicidad y con la salud.
El Instituto Heart Niath de Estados Unidos ha realizado estudios amplios sobre psicofisiología de las emociones positivas y su incidencia en la coherencia de los ritmos del corazón. Se afirma que “el cultivo de las emociones positivas denota inteligencia emocional y conduce al éxito en la vida”.
En las emociones positivas están las siguientes: ALEGRÍA: Es un catalizador que libera el estrés y nos conduce al gozo de vida. GRATITUD: Agradecer de lo que recibimos de las personas y de la propia vida, es una puerta para lo que necesitamos llegue a nuestras vida. RECNOCIMIENTO: Es el reconocer los valores de las personas con las que convivimos. Es un estímulo positivo. AFECTIVIDAD: Aunque la sociedad moderna deja poco espacio para los afectos, es una necesidad.
En las emociones conflictivas, muchas veces el estrés es activado por ellas, siendo las principales: El miedo, la ira, la tristeza, la sorpresa, la aversión.
Otros estudios realizados sobre el tema señalan que la frecuencia de las emociones positiva en las personas mayores tienden a predominar en comparación a las emociones negativas, pero si sla calidad de vida de las personas mayores está sujeta a las relaciones sociales, familiares y a su estado de salud.
El concepto de inteligencia emocional, que desde hace pocos años aparece en la literatura psicológica, ha dirigido la investigación hacia el campo de cómo las emociones influyen en nuestra vida y la relación de éstas con la salud física, psicológica y con variables tales como bienestar psicológico, madurez psicológica, éxito profesional y satisfacción personal.