El sueño reparador en los adultos mayores

El sueño es una conducta genéticamente programada para incrementar la capacidad adaptativa de las personas. Es un proceso activo. Los ritmos circadianos son periodos con una duración de aproximadamente de 24 horas. De todos los ciclos, el más familiar es el sueño, porque es una parte integral de la vida cotidiana, una necesidad biológica que permite restablecer las fusiones físicas y psicológicas esenciales para el pleno rendimiento.
La duración diaria de sueño oscila en torno a las 7,5 horas. La cantidad de sueño requerida por las personas va declinando a lo largo de la infancia y la adolescencia. Se estabiliza en la edad adulta y declina de nuevo en la edad más avanzada. Si logramos vivir hasta los 90 años habremos logrado dormir 30 años.
En el griego está el origen etimológico de la palabra sueño (hypnos), equivalente a dormir, soñar, del cual derivó el vocablo latino (somnus), que se tradujo como sueño.
¿Qué es el sueño? . Es un estado de reposo uniforme de un organismo, en contraposición con el estado de vigilia (estar despierto). El sueño se caracteriza por los bajos niveles de actividad fisiológica: presión sanguínea, respiración, latidos del corazón y una respuesta menor ante estímulos externos. Se dice que el sueño ha sido y sigue siendo uno de los enigmas de la investigación científica. Dormir poco o dormir demasiado tiene claras consecuencias sobre el organismo.
FASES DEL SUEÑO: Dentro del sueño se distinguen distintas fases:
Etapa 1: Es la transición de vigilia al sueño. Ocupa alrededor del 5% de sueño en adultos (se denomina sueño lento). En esta etapa el sueño es fácilmente interrumpible y tiene una duración de pocos minutos.
Etapa 2: Ocupa más del 50% del tiempo de sueño.
Etapa 3 y 4: Corresponden al sueño más profundo. En ellas se producen los sueños (soñar). Los movimientos oculares, si existen, son lentos.
La Psicología y la Fisiología son las disciplinas que se ocupan de dar una explicación de qué es el sueño. Es decir, el dormir y el proceso de soñar.
TEORÍAS DE FREUD
Sigmund Freud, médico y neurólogo austriaco fue la persona más influyente dentro del desarrollo del pensamiento durante el Siglo XX. Su teoría señala que nuestras mentes guardan recuerdos y emociones en nuestro subconsciente. Con ella transformó la forma en la que se estudiaba la mente humana. Freud fue el padre del Psicoanálisis, con la interpretación de los sueños.
Según Freud, los sueños sirven para comunicar todo aquello que la mente consciente no puede aceptar. Según su teoría, los sueños son la vía de expresión de deseos reprimidos que tiene la persona. Es decir, soñamos con cosas que tratamos de ignorar cuando estamos despiertos. Estudios recientes han demostrado que muchas ideas propuestas por Freud eran acertadas, entre ellas la Teoría del Sueño. Son realizaciones disfrazadas de deseos reprimidos de la persona.
TRASTORNOS DEL SUEÑO
Como lo señala la doctora Paola Fuentes, miembro de la Sociedad de Geriatría y Gerontología de Chile, los trastornos del sueño tienen una alta prevalencia en los adultos mayores, por lo que constituye una importante causa de consulta médica, siendo el insomnio la patología propia del sueño, la más frecuente.
Se estima que la mitad de los adultos mayores tiene problemas para dormir, aunque la cantidad de sueño permanece constante a lo largo de la vida adulta, pero los médicos recomiendan que los adultos mayores duerman de 7 a 8 horas en la noche., aunque el sueño en las personas de avanzada edad, el sueño es menos profundo y más entrecortado, que el sueño de las personas jóvenes.
Los trastornos del sueño en los adultos mayores pueden deberse a diversas causas, según lo afirman estudios realizados sobre el tema. Entre ellas, enfermedades crónicas, como insuficiencia cardiaca, depresión (ésta es una causa común de problemas de sueño en personas de todas las edades); dolores por enfermedad de artritis; por consumo de estimulantes, como la cafeína, la nicotina. También perturba el sueño orinar con frecuencia en la noche.
Según la experta, la alteración del sueño tiene numerosas consecuencias para la salud, como deterioro en la realización de actividades, menor atención , memoria y concentración, mayor riesgo de desarrollar ciertas enfermedades, como la hipertensión, depresión y enfermedades cardiovasculares.
Pero, como lo afirma el común de la gente: “Para dormir, solo se requiere tener sueño”.