
Día del Adulto Mayor volvió a celebrar la vida en este 2025
Por María Luisa Gallardo. Una nueva jornada mundial se celebró para resaltar la experiencia y aporte de quienes han construido nuestro presente, pero también para reflexionar sobre el envejecimiento con dignidad y alegría
El pasado miércoles 1 de octubre, se celebró en todo el mundo el Día Internacional del Adulto Mayor, fecha establecida en 1990 por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), con el fin de reconocer la contribución de los adultos mayores en la sociedad, velar por el cumplimiento de sus Derechos y dar a conocer los desafíos que implica el progresivo envejecimiento de las poblaciones.
Chile es uno de los países con mayor esperanza de vida en Latinoamérica, superando los 80 años en promedio, lo que refleja avances en salud y desarrollo, pero también pone sobre la mesa una serie de retos urgentes.
Los resultados del Censo 2024 revelan que las personas de 65 años o más representan el 14% de la población nacional; esto quiere decir que más de 2,5 millones de habitantes en Chile son adultos mayores. Las proyecciones del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) advierten que para el 2050 un tercio de la población será adulta mayor.
Recordemos también que, detrás de cada cifra, hay diversas realidades, historias de una vida activa, participación social y situación de vulnerabilidad económica, dependencia funcional y soledad.
En la última década Chile ha dado importantes pasos como la creación del Programa de Alimentación Complementaria para el Adulto Mayor (PACAM), políticas de atención preferentes en salud y el fortalecimiento de organizaciones comunitarias dirigidos a ellos. Sin embargo, aún falta mucho por abarcar, el acceso a pensiones dignas, la falta de establecimientos de larga estadía con estándares de calidad y buen trato, la necesidad de sistemas de cuidados que apoyen tanto a las personas mayores no autovalentes y a sus familias.
Este nuevo año invita a replantear la forma en que el país se prepara para envejecer. Las voces mayores reclaman un lugar importante en la agenda pública, piden participación en la toma de decisiones, inclusión digital, cuidados accesibles y el reconocimiento de que el envejecimiento es un proceso que nos involucra a todos.
Este día no es solo una fecha del calendario, es una celebración de la vida, la memoria y la contribución de quienes han forjado nuestro presente. Es una oportunidad para escuchar sus voces, impulsar su participación y trabajar para que el envejecimiento en Chile sea una etapa de oportunidades, respeto y alegría.

