Mayoría de ciudadanos chilenos se siente desprotegida en salud, vejez y pobreza
Solo un 34% de los encuestados se percibe seguro frente a situaciones de vulnerabilidad. Las mayores preocupaciones son las enfermedades, el costo de la vida, las jubilaciones y la salud mental.
La sensación de vulnerabilidad en materia de protección social en Chile es alta, y no se tiene una buena opinión de las instituciones públicas y privadas dedicadas a su resguardo. Estas son algunas de las principales conclusiones de un estudio realizado por Cajas de Chile y Cadem, el cual evaluó la percepción de la ciudadanía frente a distintas contingencias de bienestar y seguridad económica para personas y familias.
En términos generales, la medición muestra que el 61% de los encuestados evalúa negativamente cuán protegido se siente frente a la posibilidad de atravesar una situación de vulnerabilidad, en una escala de 1 a 7 (ver infografía). Esta sensación de desprotección es del 62% cuando se proyecta hacia el futuro. Además, es más alta en mujeres (65%) que en hombres (57%), en el segmento de entre 35 y 54 años (70%), y en el segmento socioeconómico D/E (64%).
Percepción sobre la protección social en Chile
En una escala de 1 a 7, ¿cuán protegido te sientes hoy frente a la posibilidad de pasar por alguna situación de vulnerabilidad o necesidad?
34%: Notas 5 a 7
5%: No sabe/No responde
61%: Notas 1 a 4
¿Cuál de los siguientes temas te genera mayor preocupación o temor?
Una enfermedad y la atención de salud
El costo de la vida, la inflación
La jubilación y las pensiones
La salud mental, el agotamiento y estrés
La estabilidad financiera, capacidad de ahorro
El trabajo, quedarse sin empleo
Fuente: Estudio Cadem y Cajas de Chile
A la hora de evaluar la red de protección social en Chile, en una escala del 1 al 7, la nota promedio es de 3,3, y un 70% se ubica en la parte negativa (de 1 a 4). A los encuestados se les planteó este concepto como el conjunto de políticas implementadas desde el sector público y privado para garantizar el bienestar en determinados escenarios de vulnerabilidad. En términos relativos, un 30% cree que Chile cuenta con una mejor red de protección que otros países de Latinoamérica, mientras que un 46% considera que es igual o peor. El estudio se realizó mediante entrevistas autoadministradas vía correo electrónico, enviadas al panel online de Cadem, con una muestra de 1.000 casos, a un nivel de confianza del 95% y un margen de error de 3,1%. Las entrevistas se llevaron a cabo entre el 25 y el 30 de julio.
Mayores temores
Conceptualmente, los principales temores y preocupaciones en materia de protección social se centran en temas de salud. De una selección múltiple de opciones, el mayor porcentaje de menciones (32%) fue el temor a tener una enfermedad y obtener atención de salud; el 26% apuntó al costo de vida y la inflación; un 21% se enfocó en la jubilación y las pensiones; y un 19% eligió la salud mental, agotamiento y estrés, entre las respuestas más repetidas.
Por otra parte, en una escala para medir el grado de desprotección frente a eventos específicos, el peor resultado neto (restando la proporción de respuestas positivas a las negativas en materia de vulnerabilidad) lo obtuvo “recibir una buena jubilación” (-49 puntos), seguido por “poder ahorrar” (-41 puntos) y “poder financiar una enfermedad o accidente” (-37 puntos).
Con base en estos resultados, el presidente del gremio que agrupa a las cajas de compensación, Tomás Campero, señala que hay una señal clara de dónde están las brechas para resolver las demandas ciudadanas: “La cobertura y financiamiento de su salud, el cuidado de las personas con discapacidad y mayores medidas para enfrentar la cesantía y la imposibilidad de ahorrar”.
A su vez, la coordinadora del programa de Pobreza, Vivienda y Ciudad de LyD, Paulina Henoch, opina que “es importante distinguir entre situaciones que son riesgos puntuales que afectan a las poblaciones o carencias más permanentes. Ante estos riesgos puntuales, pueden ser abordados con políticas más transitorias que protejan a las personas ante dicho evento”.
Instituciones y respuestas
Este ejercicio también se enfoca en cómo las personas enfrentan contingencias de este tipo y revela que el 48% acude a un familiar o amigo; el 25%, a alguna institución del Estado; y solo el 8%, al sector privado. A pesar de esa realidad, un 62% cree que la protección social debe ser público-privada, y un 64% opina que el Estado por sí solo no es capaz de proporcionar niveles adecuados de asistencia. Entre las instituciones que las personas más vinculan con la protección social, el 18% menciona a las municipalidades, un 8% a Fonasa, un 5% a las AFP y el Instituto de Previsión Social, y un 4% a las cajas de compensación o la Teletón, entre otros.
Entre las medidas adoptadas para protegerse frente a contingencias, las más frecuentes son mantener las cotizaciones previsionales al día (55%), conocer a la junta de vecinos (39%), mantenerse informados sobre beneficios (37%) y cobrar el Seguro de Cesantía (35%). Henoch considera que este resultado está en línea con el hecho de que “promover el empleo no solo sigue siendo la mejor política pública para mejorar el bienestar de las personas, sino que también permite proteger ante eventos adversos”. (Fuente: El Mercurio de Santiago/ Por Joaquín Aguilera R.)